Recibir flores cerradas: la clave para una frescura prolongada
Recibir un ramo de flores siempre es una alegría, pero hay ocasiones en las que pueden llegar cerradas o ligeramente caídas. Lejos de ser un error o un defecto, esta es una práctica profesional cada vez más común en floristerías que priorizan la calidad y frescura. Este método garantiza una experiencia de mayor calidad para el cliente final, asegurando que las flores no solo lleguen frescas, sino que ofrezcan una vivencia emocional más completa.
¿Por qué se envían flores cerradas?
El motivo principal es preservar la frescura. Las flores cerradas están en su punto más temprano de desarrollo, lo que les permite resistir mejor el transporte y llegar en mejores condiciones al destinatario. Este proceso, conocido como "entrega en botón", permite que la floración ocurra en el entorno del hogar, prolongando la vida útil del ramo.
Recibir flores cerradas es una forma eficaz de asegurar que se abrirán gradualmente tras ser colocadas en agua fresca, brindando días adicionales de color y belleza.
Experiencia prolongada y más gratificante
Colocar flores cerradas en agua permite que completen su proceso natural de floración en casa. En pocos días, estas flores se abren y muestran toda su belleza, creando un momento especial de expectativa y asombro. Este gesto transforma un simple regalo en una experiencia memorable, ya que el receptor se convierte en testigo del despertar natural de las flores.
Además, este proceso hace que cada día se descubra una nueva forma, textura y fragancia, lo que convierte al ramo en un pequeño espectáculo botánico diario.
Un estándar de calidad que mejora la experiencia
Enviar flores cerradas se ha convertido en un estándar de calidad para garantizar una experiencia más duradera y placentera. Este método no solo minimiza los daños durante el transporte, sino que también mejora la presentación del ramo con el paso de los días. Permitir que florezcan en el hogar las hace aún más significativas.
Además, garantiza:
Mayor longevidad del ramo.
Mejor presentación a mediano plazo.
Menor probabilidad de daños durante el envío.
Sorpresa prolongada para quien lo recibe.
Cómo cuidar flores cerradas al recibirlas
Retira el envoltorio y corta 2-3 cm de los tallos en diagonal.
Coloca las flores en un jarrón limpio con agua fresca.
Añade el sobre de nutrientes incluido en el paquete.
Coloca el ramo en un lugar fresco, alejado del sol directo y fuentes de calor.
Cambia el agua cada 2-3 días para prolongar su vida.
Recibir flores cerradas no solo asegura la frescura del ramo, sino que también regala una experiencia de floración gradual y emocionante. Es una práctica respaldada por expertos y adoptada por floristerías comprometidas con ofrecer una vivencia más especial a cada cliente. Es una elección inteligente para quienes valoran la belleza duradera y los pequeños momentos que florecen con el tiempo.
La próxima vez que recibas un ramo que aún no ha desplegado todo su esplendor, sonríe: estás a punto de presenciar su evolución natural, día tras día.