Las plantas carnívoras son organismos vegetales únicos que han evolucionado de manera extraordinaria para adaptarse a entornos con escasez de nutrientes. A diferencia de la mayoría de las plantas, que obtienen sus nutrientes del suelo a través de sus raíces, las plantas carnívoras han desarrollado la capacidad de capturar y digerir presas vivas, como insectos, arañas y pequeños invertebrados.
Estas plantas han evolucionado una amplia gama de mecanismos y estructuras especializadas para atraer, atrapar y descomponer a sus presas. Algunas poseen hojas modificadas con trampas que se cierran rápidamente cuando un insecto entra en contacto con ellas, mientras que otras presentan estructuras en forma de jarra que atrapan a sus presas en líquidos digestivos.
Aunque las plantas carnívoras son fascinantes desde el punto de vista científico, también han capturado la imaginación popular debido a su aparente comportamiento "depredador". Estas plantas son un ejemplo impresionante de la adaptación evolutiva demostrando la diversidad y la increíble capacidad de la naturaleza para encontrar soluciones creativas a los desafíos de supervivencia.